Salud: 5 cosas de no debes llevar al gimnasio.
Aquà en fabiohd.com te recomendamos estas cinco cosas que no deberÃas llevar al gimnasio, esperando que estas sean de utilidad , recuerda que siempre nos actualizamos con las mejores sugerencias para tu salud y tu bien estar . chequea!!
1 .Entrenar a cara descubierta
Al gimnasio se va con la cara lavada. No ya por una cuestión de estética al sufrir el riesgo de que los churretones de rÃmel resbalen por nuestras mejillas, sino por cuidar nuestra piel. El maquillaje impide que la piel transpire correctamente: los poros se taponan y se llenan de suciedad. El combo maquillaje + sudor es una de las peores ideas que podemos tener.
En el caso de que vayas al gym directamente desde el trabajo, lleva siempre en la bolsa una pastilla de jabón o unas toallitas desmaquillantes. En serio, tardas tres minutos escasos en quitarte el maquillaje antes de empezar a entrenar, y tu piel te lo agradecerá con el tiempo.
2 .El algodón sà engaña
La ropa de algodón puede parecernos cómoda y fresca... hasta que comenzamos a sudar. Una de las propiedades del algodón es que absorbe la humedad y el lÃquido, y no los evapora: empiezas a sudar en el calentamiento, la camiseta (o peor, el pantalón) absorbe el sudor y se queda ahà durante la hora que dura tu sesión de entrenamiento, en un ambiente húmedo y caluroso, perfecto para la proliferación de bacterias. Me dan escalofrÃos sólo de pensarlo.
Todas las marcas de ropa trabajan ya con tejidos realizados con tecnologÃas especiales que evacúan el sudor y evitan que se acumule y nos moleste. Vale la pena invertir en ropa deportiva que te dure más y te mantenga limpia: no lo veas como un gasto, sino como una buena inversión.
3. El sujetador, siempre deportivo (innegociable)
Utilizar un sujetador de diario para hacer deporte es una de las peores ideas que podemos tener. Primero, porque no está diseñado para eso: cuando nos ejercitamos nuestro pecho se ve expuesto a saltos o movimientos bruscos que pueden dañarlo, por lo que necesitaremos una buena sujección. Si además el sujetador en cuestión tiene aros, peor aún, ya que corremos el riesgo de hacernos daño con ellos, o simplemente con las costuras.
Ya os contamos cuáles son las claves para elegir un buen sujetador deportivo: elige bien tu talla, la copa, ten en cuenta la actividad que vas a realizar y pruébatelo antes de comprarlo. Da igual si estás operada o no del pecho: necesitas una máxima protección para esa zona, sà o sÃ.
4. Zapatillas inadecuadas: peligro de lesión
Porque no es lo mismo salir a correr que hacer una sesión de Body Combat o meterte en la sala a hacer una rutina de fuerza: nuestro calzado debe ser acorde a la actividad que realizamos. En el caso de las actividades aeróbicas tipo Zumba, Combat, etc, necesitaremos una zapatilla ligera y muy flexible, que nos permita realizar giros y cambios de direción sin que el tobillo sufra. Si vamos a entrenar en sala, una zapatilla con la suela rÃgida y sin drop (escasa diferencia entre la altura del talón y la de la punta) es la mejor elección.
El caso del running es otra historia, porque tenemos las dos opciones opuestas: ¿minimalista o con amortiguación? Recuerda que si has estado utilizando calzado amortiguado y quieres pasarte al minimalismo, primero debes cambiar tu técnica de carrera. Para las zapatillas amortiguadas, tenemos una pequeña guÃa para elegir las zapas perfectas.
5. Ropa súper ajustada: no estamos en los 90
Este año la moda de las mallas ha llegad a todos los gimnasios del mundo: desde los años 70 no se habÃan vuelto a vender tanto, pero todas las modas vuelven, y esta no podÃa ser menos. Es cierto que las mallas y camisetas ajustadas son muy cómodas para hacer ejercicio, pero ojo con llegar a extremos insospechados de "ajustamientos".
Una cosa es una malla ajustada, y otra muy distinta es que directamente no puedas moverte porque casi vas envasada al vacÃo. Escoge bien la talla de pantalones y camisetas porque un tejido demasiado estrecho puede dar lugar a problemas de movilidad al realizar los ejercicios o, aún peor, problemas circulatorios a largo plazo.
1 .Entrenar a cara descubierta
Al gimnasio se va con la cara lavada. No ya por una cuestión de estética al sufrir el riesgo de que los churretones de rÃmel resbalen por nuestras mejillas, sino por cuidar nuestra piel. El maquillaje impide que la piel transpire correctamente: los poros se taponan y se llenan de suciedad. El combo maquillaje + sudor es una de las peores ideas que podemos tener.
En el caso de que vayas al gym directamente desde el trabajo, lleva siempre en la bolsa una pastilla de jabón o unas toallitas desmaquillantes. En serio, tardas tres minutos escasos en quitarte el maquillaje antes de empezar a entrenar, y tu piel te lo agradecerá con el tiempo.
2 .El algodón sà engaña
La ropa de algodón puede parecernos cómoda y fresca... hasta que comenzamos a sudar. Una de las propiedades del algodón es que absorbe la humedad y el lÃquido, y no los evapora: empiezas a sudar en el calentamiento, la camiseta (o peor, el pantalón) absorbe el sudor y se queda ahà durante la hora que dura tu sesión de entrenamiento, en un ambiente húmedo y caluroso, perfecto para la proliferación de bacterias. Me dan escalofrÃos sólo de pensarlo.
Todas las marcas de ropa trabajan ya con tejidos realizados con tecnologÃas especiales que evacúan el sudor y evitan que se acumule y nos moleste. Vale la pena invertir en ropa deportiva que te dure más y te mantenga limpia: no lo veas como un gasto, sino como una buena inversión.
3. El sujetador, siempre deportivo (innegociable)
Utilizar un sujetador de diario para hacer deporte es una de las peores ideas que podemos tener. Primero, porque no está diseñado para eso: cuando nos ejercitamos nuestro pecho se ve expuesto a saltos o movimientos bruscos que pueden dañarlo, por lo que necesitaremos una buena sujección. Si además el sujetador en cuestión tiene aros, peor aún, ya que corremos el riesgo de hacernos daño con ellos, o simplemente con las costuras.
Ya os contamos cuáles son las claves para elegir un buen sujetador deportivo: elige bien tu talla, la copa, ten en cuenta la actividad que vas a realizar y pruébatelo antes de comprarlo. Da igual si estás operada o no del pecho: necesitas una máxima protección para esa zona, sà o sÃ.
4. Zapatillas inadecuadas: peligro de lesión
Porque no es lo mismo salir a correr que hacer una sesión de Body Combat o meterte en la sala a hacer una rutina de fuerza: nuestro calzado debe ser acorde a la actividad que realizamos. En el caso de las actividades aeróbicas tipo Zumba, Combat, etc, necesitaremos una zapatilla ligera y muy flexible, que nos permita realizar giros y cambios de direción sin que el tobillo sufra. Si vamos a entrenar en sala, una zapatilla con la suela rÃgida y sin drop (escasa diferencia entre la altura del talón y la de la punta) es la mejor elección.
El caso del running es otra historia, porque tenemos las dos opciones opuestas: ¿minimalista o con amortiguación? Recuerda que si has estado utilizando calzado amortiguado y quieres pasarte al minimalismo, primero debes cambiar tu técnica de carrera. Para las zapatillas amortiguadas, tenemos una pequeña guÃa para elegir las zapas perfectas.
5. Ropa súper ajustada: no estamos en los 90
Este año la moda de las mallas ha llegad a todos los gimnasios del mundo: desde los años 70 no se habÃan vuelto a vender tanto, pero todas las modas vuelven, y esta no podÃa ser menos. Es cierto que las mallas y camisetas ajustadas son muy cómodas para hacer ejercicio, pero ojo con llegar a extremos insospechados de "ajustamientos".
Una cosa es una malla ajustada, y otra muy distinta es que directamente no puedas moverte porque casi vas envasada al vacÃo. Escoge bien la talla de pantalones y camisetas porque un tejido demasiado estrecho puede dar lugar a problemas de movilidad al realizar los ejercicios o, aún peor, problemas circulatorios a largo plazo.